El método audiolingüístico

Este método, elaborado por N. Brooks en 1964, apareció como consecuencia del mayor interés dado a la enseñanza de lenguas extranjeras en los Estados Unidos hacia finales de los años cincuenta. Está basado en la experiencia previa de los programas del ejército para la enseñanza de idiomas. Con esta metodología se pretende conseguir un dominio oral de la lengua extranjera y hacer que el estudiante hable de modo automático, sin tener que recurrir a la traducción desde la lengua materna. El papel del aprendiente es pasivo, responde a los estímulos ofrecidos, sin tener en cuenta el contenido de lo que practica, y sin tomar la iniciativa en la interacción. El profesor tiene un papel activo, proporciona estímulos, y es quien controla y reconduce la evolución del aprendizaje. Esta metodología de enseñanza de las lenguas extranjeras eliminó casi por completo el método de gramática-traducción, vigente hasta los años cuarenta del siglo XX, y cuyos elementos definitorios y básicos son los siguientes:

  • una descripción científica de la lengua contemporánea basada en la idea de que la lengua es un sistema de estructuras;
  • la comparación entre lenguas, para poder ver mejor la autonomía de cada sistema, las diferencias esenciales y también las semejanzas;
  • la importancia del aspecto oral de la lengua, es decir la comunicación, considerada como función esencial del lenguaje;
  • la concepción según la cual el uso del lenguaje es un comportamiento, que se aprende mediante la adquisición de  hábitos y las conductas repetitivas.

Según estas características, la clase audiolingüística consta de los elementos siguientes:

  1. en primer lugar, los estudiantes escuchan un diálogo modelo, que sirve para contextualizar las estructuras que se introducen en la lección y después el professor ilustra las situaciones en que pueden usarse,
  2. el diálogo se repite, se memoriza y luego es representado por los estudiantes, insistiendo en la pronunciación y la entonación;
  3. se seleccionan las estructuras del diálogo y se repiten. Dichas estructuras gramaticales quedan recogidas en tablas a través de las cuales se pueden realizar ejercicios de tipo estructural. Los ejercicios estructurales, como son los de repetición, de huecos, de transformación, se basan en la idea de que el aprendizaje de una lengua consiste en identificar, adquirir e interiorizar sus estructuras a base de repetirlas.

Este enfoque se basa en los planteamientos propuestos por los lingüistas americanos en los años cincuenta, mejor conocidos como lingüístas estructurales. Cuando los lingüistas descubrieron nuevos tipos de sonidos y nuevas estructuras lingüísticas, se desarrolló un nuevo interés por la fonética, la fonología, la morfología y la sintaxis. Se pensaba que para aprender un idioma había que conocer los bloques de construcción de la lengua y aprender las reglas que se emplean para unir estos elementos, a partir del fonema para llegar a la palabra, a la frase y a la oración.

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